LOS 3 PRINCIPIOS DE AHORRO
Principio No. 1: Disponibilidad
En la medida en que exista una disponibilidad se tendrá un margen de acción. Sobre esta premisa es que es erige el primer principio para tener un ahorro efectivo. En otras palabras, se debe dar un proceso de interiorización por parte de la persona acerca de lo importante que es tener acceso a un fondo de dinero que sirva como punto de apoyo ante las distintas situaciones que se pudieran presentar en la gestión financiera personal.
Principio No. 2: Consistencia
El ahorro se resume, más allá de los métodos y formas que existan, en tomar la decisión de hacerlo, llevarlo a cabo y mantener su curso acción.
Cuando una persona no cultiva la consistencia es más probable, ante un evento adverso o bien de improvisación, desista o ceda a la tentación de utilizar el ahorro para un propósito distinto al que lo originó. Por lo que, cultivar y apropiarse del principio de la consistencia le permitirá apegarse a la razón de ser de este fondo.
Principio No. 3: Multiplicación
El tercer principio que define el ahorro efectivo tiene que ver con cómo lograr hacer crecer las arcas creadas. Es decir, cómo hacer que el dinero produzca dinero.
Para esto la persona, en la medida de su posibilidad, debe buscar alternativas de inversión a una parte de los fondos disponibles. Esto quiere decir que se pondere la creación de algún tipo de actividad comercial (propia o de terceros) o bien acceder al mercado financiero (bursátil o bancario), capitalizarlo y que esto se traduzca en incrementar el monto acumulado.